AL QUE CALCULA DIOS LO AYUDA
miércoles 30 noviembre 2016

AL QUE CALCULA DIOS LO AYUDA

Dice la Biblia: que cualquiera que va a edificar una torre, primero debe sentarse a calcular los costos a ver si tiene con qué acabarla. Este concepto parece obvio pero sin embargo a la hora de tomar nuestras decisiones económicas, no siempre lo tenemos en cuenta.

En Argentina se ha votado durante décadas un presupuesto año vencido, es decir, se construía la torre de la economía de la nación sin haber calculado los costos primero y así nos fue, debimos endeudarnos sistemáticamente hasta acumular la deuda que hoy tenemos.

La herramienta para calcular los costos se llama presupuesto y es de tremenda utilidad para la economía de un país, de una familia y de toda persona.

Presupuestar significa suponer previamente. Uno debe evaluar los costos en un supuesto antes de asumirlos para poder tener la posibilidad de corregir si es necesario. Muchas personas y familias dicen: “en mi casa se anota todo lo que se gasta”. Esto que es tan frecuente en realidad es un error ya que uno debiera gastar lo que se anotó, es decir, lo que está presupuestado y no anotar lo que se gastó dado a que una vez que estás gastando no sirve de mucho anotarlo.

En tiempos de crisis más que nunca debemos contar con un presupuesto de gastos y utilizarlo como mapa de ruta, sabiendo que uno debe mirar primero el mapa antes de empezar a transitar y no mirar el mapa después de haber recorrido muchos kilómetros y encontrarse lejos de la meta a la que quería llegar.

Muchas veces esperamos recibir ayuda de parte de Dios, del gobierno, de familiares o amigos, pero nos olvidamos de hacer la parte que nos corresponde a nosotros.

La elaboración de un presupuesto es sencilla. Se debe tomar un papel y un lápiz y enumerar los gastos según su importancia de mayor a menor. Ejemplo: alquiler, servicios, comestibles, educación, ropa, etc. (según situación)

En el matrimonio, debe hacerse de común acuerdo estando el esposo y la esposa convencidos de las prioridades para la familia recordando lo que dice la Biblia “una casa dividida contra sí misma cae”. Nunca tu plata y mi plata pues la casa estará dividida. Siempre con convicción de ambos para evitar disputas por cuestiones económicas.

El hecho de contar con un presupuesto nos permite ante una crisis saber qué suprimir primero y ante una situación próspera qué debemos incorporar como gasto ahora que se puede gastar más. No dejes de tener prioridades en tu economía y que esas prioridades estén bien establecidas. Utilizá la herramienta del presupuesto de gastos y comprobarás que el dinero rinde más y tendrás una vida económica más tranquila y provechosa .

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