Renovando nuestras fuerzas
domingo 29 abril 2018

Renovando nuestras fuerzas

Dios quiere fortalecerte en todos los niveles:

Físico

Dios quiere fortalecer tu cuerpo; de allí la importancia de estas tres cosas: dieta, deporte y descanso. Tu cuerpo es el templo del Espíritu Santo, y Pablo declara en 1 Corintios 6:19-20 que si destruyes ese templo, que es tu cuerpo, Dios promete que te destruirá a ti. Dice textualmente:

¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños; fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios.

Cuida el templo del Espíritu Santo. Sin descanso, el sistema inmunológico se afecta y estás abierto a contraer cualquier enfermedad. ¡Descansa! “No, pero el diablo nunca descansa”. Ahora bien: ¿quién dijo que él tiene que ser tu ejemplo? Al séptimo día, mi amo descansó. Deja que el Señor sea tu ejemplo. Tómate tiempo para afilar el hacha y te garantizo que vas a talar más árboles y a extender el Reino.

Emocional

Proverbios 16:32 dice: Más vale ser paciente que valiente; más vale dominarse a sí mismo que conquistar ciudades. Otra área en la que tengo que estar fuerte es en mis emociones. Si Dios renueva tu reserva emocional, si fortalece tus emociones, suceda lo que suceda, estarás tomado de la mano del Señor, sabiendo que Él jamás se cae del trono y siempre tendrá una salida para ti. No delegamos porque eso implica “confiar” y como confiar requiere un desgaste en las emociones, entonces lo hacemos todo nosotros. Jetro diría: … te cansas tú y se cansa la gente que te acompaña. Eso es lo grave. Elige tú mismo entre el pueblo hombres capaces y temerosos de Dios (…) y desígnalos jefes; y levantó Moisés jueces de 1.000, de 100, de 50 y de 10 personas. Haydiferentes niveles de responsabilidad. Jesús les dijo a Sus discípulos: Vengan conmigo ustedes solos a un lugar tranquilo y descansen un poco. Era tanta la actividad y la gente que no tenían tiempo ni siquiera para comer, por eso el Señor les dijo que se apartaran. La obra es del Espíritu Santo, Él es el pastor de mi iglesia y si yo no estoy, ¡Él lo hace mejor que yo! Si estoy fuerte emocionalmente, voy a hacer lo que Dios quiere y lo voy a agradar a Él.

Mental

¡Cuántas cosas pasan por nuestra mente! Por eso es que Pedro le dice a la iglesia: Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes. Cuántas veces son las tres de la mañana, estamos pensando en lo que alguien nos dijo y recreamos en la mente todo el diálogo. Echa toda ansiedad sobre Él, practica el dominio propio y mantente alerta porque el diablo ronda como león rugiente. Y muchas veces ese rugir está ahí constantemente… echa tu ansiedad, para que el diablo no te devore. No permitas que los problemáticos te desenfoquen. Hay batallas que no es necesario pelear. ¡Suéltalos! Una mente débil se enfoca en lo negativo. Cuando me enfoco en lo negativo, me cuesta preparar el sermón, escuchar la voz de Dios, escuchar a la gente. Cuando estoy débil, todo me irrita fácilmente. Cuando dejo que las emociones corran libres, el diablo se hace un festín porque reacciono mal y termino hiriendo a las ovejas que tengo que servir.

Espiritual

Esto es vital porque si no estoy fortalecido en mi espíritu y soy carnal, que es lo opuesto a espiritual, nunca podré servir al Señor en el ministerio. Romanos 8:1-2 dice: … ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús, pues por medio de él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. El versículo 5 habla de la gente que es carnal y siempre piensa lo negativo. Dios nos llama a andar en el espíritu y cuando lo hago, no voy a satisfacer los deseos de la carne. ¿Cómo hago para fortalecerme en el espíritu? Te recomiendo un hábito: siéntate bajo el púlpito de alguien de vez en cuando. Consigue videos de algún predicador, un programa de radio, algo que te ponga en la modalidad de “receptor” para que otro te ministre. Y permite que la multiforme gracia de Dios, repartida por todo el cuerpo de Cristo, toque tu vida. También tenemos el ayuno, la oración, el tiempo en La Palabra de Dios. No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Deja de ayunar Palabra, aliméntate de ella porque la Palabra te limpia, te ilumina, te fortalece y cuando se hace rhema en nuestras vidas, nos da exactamente lo que necesitamos para ese día.

Para concluir, imaginemos que somos un vehículo. ¿Acaso no somos el vehículo que Dios está usando para ser un canal de bendición a personas que no lo conocen a Él? Te pregunto:

¿Te recalientas? Controla tus emociones.

¿Tienes la batería baja? Enchúfate a la energía divina.

¿Se te acabó el aceite? Dice La Palabra que la Reina Ester se preparó para estar con el rey y pasó seis meses siendo ungida con aceite de mirra, y otros seis meses bañándose con perfumes aromáticos y ungüentos. Necesitamos estar todo el año sumergidos en el aceite del Señor y dejar que su bálsamo llegue a las heridas más profundas de nuestro corazón y las sane.

¿Se te acabó el combustible? Aliméntate de La Palabra en comunión con el Señor, en oración.

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