UNA IGLESIA EN CRECIMIENTO
domingo 7 marzo 2021

UNA IGLESIA EN CRECIMIENTO

“Mientras tanto, la iglesia disfrutaba de paz a la vez que se consolidaba en toda Judea, Galilea y Samaria, pues vivía en el temor del Señor. E iba creciendo en número, fortalecida por el Espíritu Santo.” Hechos 9.31

Anhelamos un crecimiento de la Iglesia en nuestro país. Sabemos que a medida que la Iglesia crece, la nación es transformada en todas su áreas. Para alcanzar ese crecimiento necesitamos tener en cuenta los siguientes aspectos que tenías las iglesias de Judea, Galilea y Samaria. En todas las provincias de Israel:

  • LAS IGLESIAS ERAN PRÓSPERAS

El vocablo “paz” en hebreo es Shalom que significa “bienestar integral”. En otras palabras, “prosperidad”. Necesitamos que las iglesias de toda Argentina sean prósperas en todo sentido, para dar cumplimiento a la Gran Comisión con mayor efectividad, usando los medios que en este momento se encuentran muy lejos de ellas por falta de recursos.

  • LAS IGLESIAS ERAN SÓLIDAS

El término “fortalecidas” nos habla de solidez. El testimonio de la Iglesia debe ser consistente con lo que predica. Esto significa que lo que decimos debe condecir con nuestro testimonio de vida, y de esta manera, reflejar a Cristo ante quienes nos rodean. Obviamente que el temor de Dios debe ser la clave para caminar en santidad y así tener una vida cristiana sólida en a fe, como la de los cristianos primitivos.

  • LAS IGLESIAS CRECÍAN

Cada día Dios añadía a los que serían salvos. Como Iglesia, para crecer debemos mejor en dos aspectos:

  1. Desarrollar un evangelismo dinámico, de tal manera que este sea un estilo de vida de la Iglesia. De esa manera evitaremos caer en el error de que el evangelismo es una actividad más en medio de nosotros.
  2. Trabajar en una consolidación más efectiva que nos lleve a retener los frutos ganados para Cristo. Recordemos que el Señor desea “que todos se salven y que ninguno se pierda
  • LAS IGLESIAS ERAN FUERTES

Las iglesias eran fuertes porque estaban llenas del poder del Espíritu Santo. El Espíritu Santo nos da la fortaleza para ganar nuestra nación para Cristo y que no temamos ninguna oposición ni intimidación del enemigo en llevar a cabo esta loable tarea.

Debemos recordar que el Señor nos da poder para ser testigos (Hechos 1:8) y llenar así cada ciudad y cada provincia de nuestra amada nación con el Evangelio de Cristo.

Compartir

Noticias relacionadas